¿Por qué se llama el hijo de Sam?

¿Por qué David Berkowitz es conocido como el hijo de Sam?
Seguramente ya conoces la historia de David Berkowitz, también conocido como «el asesino del calibre 44» y el «Hijo de Sam».
Pero ¿por qué se llama el Hijo de Sam?. ¿Cuál es el motivo para el asesino que mantuvo en vilo a la ciudad de Nueva York pasase a la historia con este sobrenombre? Te lo explicamos a este artículo.
En un primer momento, Berkowitz alegó que llevó a cabo los ataques porque los demonios así se lo pidieron. La primera vez que hablo de ellos fue en una carta que dejó a la policía y en la que afirmaba:
Soy un monstruo. Soy el “hijo de Sam” […] a Sam le gusta beber sangre. “Sal a matar”; me ordena papá Sam.
Su teoría era que los demonios malignos se manifestaban y se ponían en contacto con él a través de los aullidos de los perros. Estos le obligaban a matar. Cuando salía en busca de sus víctimas lo hacía bajo la influencia del maligno.
En el apartamento donde vivía, Berkowitz tenía un vecino (Jack Cassara) propietario de un perro. Se trataba de un pastor alemán. Cuando este empezaba a aullar, los demás perros del barrio lo escuchaban y hacían lo mismo. Para el asesino, estos aullidos representaban una señal de que los diablos querían sangre y le estaban obligando a derramarla para complacerlos.
David empezó a creer que su vecino (Jack Cassara, que él llamaba General Jack Cosmo) era el jefe del ejército de los demonios de Nueva York. Pensaba además que otro vecino, Craig Glassman, también formaba parte de esta conspiración de los demonios. A Glassman lo llamaba «maestro» y tenía poder para entrar en su mente y ordenarle matar. En sus diarios escribió:
Mi amo me empuja a la noche para realizar sus deseos.
Berkowitz enviaba cartas a Glassman y llegó al punto de disparar al perro. Llegó un momento en el que se sintió superado por la situación, los aullidos le estaban atormentando enormemente. Por este motivo, decidió cambiar de casa de un momento al otro. Se mudó sin ni siquiera pedir la fianza que había dejado al dueño de la casa.
En el nuevo apartamento en Pine Street, la situación no mejoró demasiado. Su vecino, Sam Carr tenía un labrador negro, Harvey. De nuevo los demonios le perseguían e intentó matar al perro a tiros.

Su vecino consiguió encontrar un veterinario a tiempo y evitó que el perro muriera. De esta forma, David Berkowitz se llamó a sí mismo con el nombre del dueño del perro, Sam.
Consideraba que su ex vecino (Jack Cassara, el General Jack Cosmo) era «el gran maestro de todos los diablos», y Sam Carr (el nuevo vecino) era un demonio a su servicio.
Así, pasó a ser «el Hijo de Sam».