La Historia Real de La Matanza de Texas, Psicosis y El Silencio de los Corderos

Tres películas basadas en un solo asesino
Tres de las películas de terror más icónicas de la historia están inspiradas en la historia de un solo hombre, Ed Gein.
Edward Theodore Gein (27 de agosto de 1906 – 26 de julio de 1984) fue un asesino norteamericano que sembró el horror en la década de los años 50.
Todo ocurrió en un pequeño pueblo de Wisconsin llamado Plainfield.
La mañana del sábado 16 de noviembre de 1957, la ferretería del pueblo estaba cerrada. La gente empezó a preguntarse qué estaba pasando y dónde se encontraba su propietaria, Bernice Worden.
Su hijo fue al establecimiento, vio que todo estaba desordenado y encontró sangre en el suelo. Se inició una investigación para descubrir qué había ocurrido.
Cuando la policía interrogó al hijo de Bernice, mencionó a un cliente que había estado el día anterior para preguntar por el precio de un anticongelante, Ed Gein. Un soltero de 51 años que vivía solo en una granja a las afueras del pueblo.
Esa misma noche, tres horas después de la denuncia de desaparición de Bernice, el Sheriff se dirigió a la casa de Ed Gein con su ayudante.
Era una casa espeluznante, oscura y no había señales de vida. La puerta estaba cerrada, por lo que los agentes decidieron echar un vistazo en la leñera. Entraron con linternas porque no había electricidad, no se veía nada.
Entonces uno de los agentes notó que algo le rozaba el hombro. Se dio la vuelta y alumbró con la linterna. Encontraron un cuerpo colgando boca abajo de las vigas del techo, decapitado y abierto en canal. Eran los restos de Bernice Worden.
Ed Gein fue detenido esa misma noche. Mientas permanecía en la celda de la comisaría, la policía siguió buscando en la leñera. Después se aventuraron a entrar en la casa. En el interior descubrieron una terrible escena. El cadáver destripado de Bernice era solo la última creación macabra de Ed Gein.
La casa de Gein se encontraba en un estado inimaginable de suciedad. Estaba inundada de basura, era un caos. Pero los agentes descubrieron algo más que simple mugre.
A la vista y diseminados por toda la casa había una repugnante selección de restos humanos. Los investigadores se quedaron atónitos al descubrir aquella colección de objetos.
Entre las cosas que encontraron había bolos hechos con cráneos humanos. Lo que parecían baratijas, en realidad era una sucesión de pezones ensartados en una cuerda. Hallaron lo que pareció un paño de ganchillo que resultó estar hecho con labios de mujer. Después se aventuraron a lo que parecía el salón. Encontraron la pantalla de una lámpara y sillas tapizadas con piel humana. Platos hondos, tazones y ceniceros, todos ellos hechos con cráneos. Dentro de una caja de zapatos, había nueve vulvas. Los órganos internos de Bernice, se encontraban en la nevera. Encontraron también máscaras. Gein había desollado a sus víctimas y había utilizado la piel como papel para la pared.
Gein solo confesó dos asesinatos. El resto de los espeluznantes objetos dijo haberlos hecho con cadáveres que había cogido del cementerio.
Tras su arresto, Ed Gein se sometió a una evaluación psicológica de un mes de duración ordenada por el tribunal. El examen desveló una vida de aislamiento en la granja de Plainfield y el descenso de Ed a la locura.
El mundo de Ed Gein estuvo definido por una madre dominante y profundamente religiosa. Su muerte, le dejó solo por primera vez en la vida. Los psiquiatras que lo entrevistaron concluyeron que durante los años posteriores a la muerte de su madre, sus problemas psicológicos cruzaron la línea de la psicosis.
Tras una larga evaluación psiquiátrica, el juez decretó su incapacitación y la imposibilidad de someterle a juicio.
Fue enviado a la institución mental del estado, un psiquiátrico de Wisconsin. Allí pasó el resto de sus días hasta su muerte, por fallo respiratorio el 26 de julio de 1984, cuando tenía 77 años.
Tres películas inspiradas en los crímenes de Ed Gein
PSICOSIS (Alfred Hitchcock, 1960)
Cuando el caso saltó a los periódicos, Robert Bloch supo que sería la base perfecta para una historia de terror. El resultado fue la novela de 1959 “Psycho”, “Psicosis” en español.
Al año siguiente, fue llevada al cine por Albert Hitchcock.
La trama de psicosis es la historia de Norman Bates, un joven consentido, soltero y trastornado que dirige un hotel y asesina jóvenes desprevenidas que le atraen sexualmente.
Bloch copió la relación psicológica del caso de Gein para ilustrar la relación entre Norman Bates y su madre. Había un gran paralelismo con la de Ed y la suya.
Augusta Gein llevaba 12 años muerta cuando la policía entró en la casa que había compartido con su hijo. Mientras investigaban habitación por habitación buscaban pistas que le hicieran entender qué le llevó a cometer aquellos horrendos crímenes llegaron a una puerta cerrada con tablas. Cuando la echaron abajo, encontraron una habitación en perfecto estado de conservación. Resultó ser la de la madre de Ed. La cama estaba hecha, había una mesilla de noche con una biblia encima. La habitación tenía mucho polvo y humedad. El papel de la pared debía haber sido rosa, pero había perdido el color. Era como un santuario a su madre.
Actualmente, es posible ver a través de Netflix la serie «Bates Motel», una reinterpretación de la película de Psicosis. Si tienes la ocasión no te la pierdas.
LA MATANZA DE TEXAS (Tobe Hooper, 1974)
Cuando se estrenó, se proyectó principalmente en auto cines. Los adolescentes iban allí en sus coches para pasar un buen rato, pero se encontraban con 90 minutos de terror en estado puro.
Dirigida por Tobe Hooper, en la película aparecía el personaje de “Leatherface”(cara de cuero), que llevaba una máscara hecha de piel humana.
La película estaba basada sin excesivo rigor en Ed Gein. Había servido de inspiración para la familia, los muebles hechos a partir de huesos, las lámparas de piel humana. La posibilidad de que fuera caníbal y la mascara de Leather Face se habían tomado de Ed Gein. Quizá esta ha sido la versión más terrorífica del célebre criminal.
EL SILENCIO DE LOS CORDEROS (Jonathan Demme, 1991)
Diecisiete años después, una visión diferente del caso, ayudaría a hacer la película de “El silencio de los corderos” un éxito de crítica y público. Está basada en la novela de Thomas Harris de 1988.
En esta película el personaje de Buffalo Bill intenta hacerse un traje con la piel de mujeres. Para ello secuestra a chicas jóvenes que por un tiempo encierra en su sótano para luego arrancarles la piel. Clarice Starling, una brillante investigadora que aspira formar parte del FBI investiga el caso, con la ayuda del Dr. Hannibal Lecter. Un antiguo psiquiatra, además de psicópata asesino, la pondrá a prueba y le irá dando las claves para detenerlo.
El personaje de Buffalo Bill está directamente basado en la historia de Ed Gein.
Cuando la realidad supera a la ficción
El asesino, el profanador de tumbas, todo lo que se quiera meter en una buena historia de terror, estaba presente en la figura de Ed Gein, él era la fuente, la imaginación lo podía llevar a cualquier parte.
Lo irónico de esto es que, a pesar de la locura de Norman Bates, de lo aterrador de Leatherface con su sierra y de lo patológicamente enfermo que estaba Buffalo Bill, Ed Gein era peor, reunía a todos estos personajes.